xul sin solar

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Saturday, May 20, 2006

Mayo 18 de 2106. Sesión #6: ¿ domar las palabras para evitar la tempestad de las pasiones ? La ira y la vanidad de las palabras, a través de Shakespeare y Montaigne.

Por xul sin solar
www.xulsinsolar.blogspot.com
xulsinsolar@yahoo.com.ar

´´los doctores encuentran oportuno para vos una comedia alegre
pues observan que un exceso de tristeza os enfría la sangre
y la melancolía es la madre de todos los delirios.
Así que os han recomendado una obra de teatro
Para que vuestra mente se acostumbre a la alegría,
Que ahuyenta mucho males y alarga la existencia´´.
Carta imaginaria de Shakespeare a Montaigne, o diálogo de un criado a Sly, en ´´la doma de la bravía´´.


Valiéndonos de una obra temprana y una tardía de Shakespeare (´´la doma de la bravía´´ y ´´la tempestad´´), pretendemos dar cuenta de los efectos paradójicos de la imaginación y de ciertas palabras, que, puestas en escena en situaciones de ´´peligro´´ o de ´´simulacro´´ para los personajes pueden llevar a desenlaces ´´coléricos´´ o para expresarlo en términos de Montaigne: la vanidad de las palabras puede perder(nos) de nosotros mismos y suscitar acontecimientos inesperados y usualmente trágicos. Pero antes que en las palabras, ¡cuanta vanidad no hay en los Yos¡, -interesados consultar al Dr Al Diván La Falla-. Aprehenderemos a Shakespeare como poeta y como ´´prefilósofo´´, como lo calificara Benedetto Croce[1].

Para Montaigne el conocimiento es ante todo el diálogo con sí mismo. En un ensayo de Merleau –Ponty de 1960, titulado ´´lectura de Montaigne´´, se pone de presente esta idea: ´´ la conciencia de sí es la constante de Montaigne, la medida, para él, de todas las doctrinas. Se podría decir que él nunca se deshizo de cierto asombro frente a sí mismo, lo cual ocupa toda la substancia de su obra y de su sabiduría[2]´´.

La mentira, en cuanto nos aleja del sí-mismo, es el peor de los vicios para Montaigne.

En la ´´tempestad´´ se trata el tema de la ira de la venganza. Prospero, duque de Milán, es suplantado por su hermano y exiliado en una Isla. Allí, Prospero logra someter al rey Calibán, un ´´salvaje´´ que carece de palabras, gracias a la retórica que utiliza para ganarse la confianza de Calibán y a la vez, convencer a Ariel (esclavo de Calibán) de ayudarle a gobernar la Isla y a vengarse, ofreciéndole para ello, una promesa de futura libertad. ´´La tempestad´´ puede asimilarse con la conquista de América, pues Prospero se otorga a sí mismo el ´´derecho´´ o la ´´merced´´ de la Isla y de Calibán al considerarlo un ser inferior por carecer de un lenguaje ´´normal´´. Una vez dueño de la Isla, Prospero espera pacientemente durante doce años que se le presente la oportunidad de vengarse de su hermano. La ocasión se le presenta cuando este navega cerca de su Isla, y es entonces cuando Prospero, valiéndose de brujerías, desata una ´´tormenta´´ en contra de su hermano. Pero, Prospero no podrá ser dueño del destino de tantos a la vez. No podrá controlar, por ejemplo, el amor que nace entre su hija y ... Calibán.

Al inicio de la Obra, Calibán le reprocha a Prospero el engaño al que se le sometió: ´´ tengo derecho a comer mi comida. Esta isla me pertenece por Sycorax, mi madre, y tú me la has robado. Cuando viniste por vez primera me halagaste, me corrompiste. Me dabas agua con bayas en ella; me enseñaste el nombre de la gran luz y el de la pequeña, que iluminan el día y la noche. Y entonces te amé y te hice conocer las propiedades de toda la isla, los frescos manantiales, las cisternas salinas, los parajes desolados, y los terrenos fértiles ¡maldito sea por haber obrado así¡... y me habéis desterrado aquí, en esta roca desierta, mientras me despojáis del resto de la isla¡[3]´´

Prospero le responde, afirmando en Calibán su condición no-humana por haber desconocido el lenguaje del recién llegado: ´´ ¡oh esclavo impostor, a quien pueden conmover los latigazos, no la bondad¡ te he tratado, a pesar de que eres estiércol, con humana solicitud... me tomé la molestia de que pudieras hablar. A cada instante te he enseñado una cosa u otra. Cuando tú, hecho un salvaje, ignorando tu propia significación, balbucías como un bruto, doté tu pensamiento de palabras que lo dieran a conocer...´´ a lo cual responde Calibán: ´´ ¡me habéis enseñado a hablar y el provecho que me ha reportado es saber como maldecir¡´´ Esta última utilidad que encuentra Calibán en el lenguaje del amo, es lo que refiere Deleuze en ´´Kafka por una literatura menor´´ como guerrilla del lenguaje contra el invasor. Apropiarse de la lengua del amo y deformarla, valerse de ella para rebelarse a través del lenguaje.

Montaigne, de pensamiento más inclinado a conservar que a rebelar, aun siendo un gran develador y revelador de palabras, evoca el peligro que representa para el hombre ´´civilizado´´ la existencia de hombres sin lenguaje o con un lenguaje desconocido. Así: ´´un antiguo padre dice que estamos mejor en compañía de un perro conocido que en la de un hombre cuyo lenguaje nos es desconocido. ´´de tal manera que un extranjero no es un hombre para nosotros´´ (Plinio, Historia Natural, VVI, I) ¡y cuánto menos social es el falso hablar que el silencio¡[4]´´. ¿elogio y/u ofensa para el perro?

Acerquémonos más a Montaigne, y digamos, para hacerle cierta justicia y no presentar de él un retrato tan ´´obstinado´´, que desde la primera página de sus Ensayos puede leerse que se trata de un libro de buena fe. Así lo expresa claramente con un fuerte aire estoico, en el capítulo XX ´´de como el filosofar es aprender a morir´´, al decirnos que a pesar de los vicios y las ´´rarezas´´ de los hombres, debe guardarse para sí, siempre confianza en el devenir de la humanidad. Este párrafo que transcribimos nos recuerda voluntariamente cierta página de Borges: ´´ no es la vida de por sí ni buena ni mala: el bien y el mal dependen del sitio que les hagáis. Y si habéis vivido un día, habéis visto todo. Un día es igual a otro. No hay otra luz ni otra oscuridad. Este sol, esta luna, estas estrellas, este orden, es el mismo que aquel del que gozaron vuestros bisabuelos y el mismo que ocupará a vuestros biznietos[5]´´

No siendo nunca nuestro propósito entablar un juicio moral contra Shakespeare o Montaigne, sino recorrer algunas de sus ideas con la linterna de Diógenes, nos preguntamos ¿ qué ocurre entonces cuando por efecto de la Imaginación se le da al lenguaje una connotación diferente? Esto es lo que veremos con ´´la doma de la bravía´´.

La avidez de vivir es quizá el elemento dominante de ´´la tempestad´´, allí Shakespeare nos muestra los confusos límites entre virtud y vicio, atravesados como estamos por los sueños. Unas veces se sueña, y otras se es soñado, como puede leerse en los labios de Prospero: ´´estamos hechos de la misma estofa que los sueños y nuestra diminuta vida engastada está en un sueño´´, o en los de Hamlet: ´´si la muerte es un sueño, no es seguro que esté sin sueños (ensueños) y entonces sigue siendo una vida´´.

Como lo sugiere Merleau-Ponty: ´´ el mundo no es más que una escuela de inquisición. De allí, la atención que Montaigne le presta a la espontaneidad de los sueños, y que lo hace anticipar por momentos a Proust, como si para él, la única victoria sobre el tiempo fuera expresar el tiempo mismo[6]´´.

La elección de las dos obras obedece a una vocación no-temporal y por lo tanto, no pretendemos mostrar ni evolución ni progreso en Shakespeare. Es tan solo una provocación que comenzó en el persistente silencio de Bartleby en la sesión pasada, y que espera esta vez atravesar los silencios no dejados por las palabras, y vislumbrar poéticamente en el exceso de ellas, algunos afectos y efectos de las acciones humanas.

En esta ocasión, no nos interesa tanto concentrarnos en las diferentes definiciones sobre la ira, sino ocuparnos de sus efectos. Tomaremos solo una, -significativa- de las causas de la ira: la vanidad de las palabras, descrita por el filósofo francés Michel de Montaigne (1533-1592) en el I libro, capitulo LI, de sus Ensayos: ´´decía un retórico de tiempos pasados que su oficio consistía en hacer que cosas pequeñas pareciesen grandes y así las encontrasen los demás. Es un zapatero que sabe hacer zapatos grandes para pies pequeños. Habríanle azotado en Esparta por hacer profesión de un arte engañoso y mentiroso...´´ el problema para Montaigne es la retórica. Para Montaigne la ira muchas veces es causada por el descubrimiento del engaño al que se somete a alguien, a través de la retórica. En su evocación de los tiempos antiguos, -una de las características principales de los Ensayos de Montaigne, en especial aludiendo a Platón y a los estoicos- continúa diciendo: ´´y los atenienses, habiéndose percatado de cuán perniciosa era su práctica, la cual estaba muy vigente en la ciudad, ordenaron se eliminara junto con los exordios y peroratas, la parte principal que consiste en conmover los sentimientos[7]´´.

El engaño, es presentado por Montaigne como un vicio. Pero, al referirse a los mentirosos, distingue dos acciones: decir mentira y mentir. Para Montaigne: ´´no falta razón para decir que aquel que no se siente bastante seguro de su memoria no ha de meterse a mentiroso. Sé bien que los gramáticos distinguen entre decir mentira y mentir; y dicen que decir mentira es decir cosa falsa mas considerando uno mismo que es verdadera; y que la definición de la palabra mentir en latín, de donde nació nuestro francés, implica ir contra la conciencia y por consiguiente solo atañe a aquellos que hablan contra lo que saben, a los cuales me refiero[8]´´. Esto supone que pueda haber no solo un engaño al Otro, sino también un engaño de sí, y que incluso este puede ser involuntario.

Esta idea la reforzaremos con un comentario de Merleau-Ponty, a propósito de las pasiones en Montaigne: ´´ la crítica de las pasiones no les despoja de su valor, si esta llega hasta el límite de mostrar que nunca nosotros estamos en posesión de nosotros mismos y que la pasión está en nosotros[9]´´.

Esta travesía por el engaño y la mentira tiene mucho que ver con el poder de la imaginación. Tema que afecta a Montaigne, y al que le dedica el capítulo XX ´´de la fuerza de la imaginación´´. Montaigne nos propone que no resistamos a la imaginación sino que tratemos de escapar de ella. Aunque también podríamos contra-argumentar a Montaigne, aun a riesgo de ser expulsados de alguna República, -no de esta, pues primero tendría que existir realmente- y decir: ¿ escapar de la imaginación o escapar hacia ella ?

Para Montaigne: ´´ soy de esos que sienten muy grande la fuerza de la imaginación. A todos empuja más solo algunos caen. Su flecha me atraviesa. Y mi habilidad consiste en escapar de ella, no en resistirla. Viviré únicamente con la presencia de personas sanas y alegres[10]´´

Unos años más adelante y en otro lugar, al otro lado del canal de la Mancha, Hume se ocupará de pensar(se) (en) la imaginación. Hume dirá que la imaginación es ilimitada y que puede crear sucesos dando la apariencia de lo real. Algo similar a lo que había sugerido Shakespeare unos años antes, en el mismo lugar de esa otra Mancha, en ´´la doma de la bravía´´[11]. Allí, un Lord, para distraer su ocio (como un buen lector de Montaigne) recoge a un borracho en la calle y lo introduce en sus aposentos, para hacerle creer que es un noble y una vez ahí le presenta la Obra de Teatro: ´´la doma de la bravía´´. Se trata de recrear un balcón dentro de un balcón, para apoyarnos en una terminología propia de la escenografía shakespereana y de la existencia plural de (nuevo) antiguo rapsoda colombo-franco-rosarino.

En la primera escena, el Lord le explica a sus criados la Obra que quiere ejecutar: ´´señores, quiero hacer una experiencia con este beodo. ¿qué diríais si se le condujera a un lecho, envuelto en ricas sábanas, adornados sus dedos con sortijas; si se le sirviese una comida suculenta, al lado de la cama, y en el momento de despertar se hallasen cerca de él criados con librea? ¿no olvidaría entonces este mendigo su condición?... levantadle pues y combinaremos bien la broma. Transportadle cuidadosamente a mi más hermosa cámara y engalanadla en torno con mis cuadros más sugestivos. Perfumad su asquerosa cabeza con aguas de olor y quemad maderas odoríficas para embalsamar su aposento. Procuradme músicos que, al punto de despertar, dejen oír una melodía dulce y celeste. Si acaso habla, estad dispuestos a cumplir sus ordenes y responded haciendo una respetuosa reverencia... persuadidle de que ha estado loco, y si afirma ser lo que es... respondedle que sueña, porque no es nada menos que un poderoso lord[12].´´ y justo en ese momento, llega por azar a la morada del Lord, una tropa de comediantes, quienes se encargarán de interpretar ´´ la doma de la bravía ´´.

Pero la imaginación del Lord no tiene límites y no contento con toda la farsa que ha organizado, decide además disfrazar a su paje de mujer para que represente el papel de ´´esposa´´ del otrora borracho y ahora Lord soñador y soñado. Ah no olvidemos decir que a Sly, el borracho, le han dicho que ha dormido quince años.

Según lo presupuestado por el Lord, Sly, el borracho acepta rápidamente su (nueva) antigua condición de Lord. Sly se pregunta: ´´ ¿soy un señor y tengo tal esposa? ¿o estoy soñando? ¿o hasta ahora duró el sueño? No estoy dormido: veo, oigo y puedo hablar, percibo olores dulces y toco un mundo suave. Si, por mi vida, soy pues un gran señor, no soy un calderero, ni soy Cristobal Sly. Muy bien, traed aquí a la dama, que la vea y otra pinta de cerveza, una más.´´

Ya adentrándonos en la obra de la Obra, la que representan los comediantes contratados por el Lord Original, Shakespeare nos muestra el efecto y la utilidad de la dialéctica verbal. La bravía es Catalina, la hija mayor de Bautista, y será quien deba domar Petrucho, para poder casarse con ella y así permitir a la vez, que otro pretendiente se case con la hermana de Catalina, Blanca, una hermosa y deseada mujer, a la cual Bautista, el padre, ha puesto como requisito para comprometerse, el que Catalina, la bravía se case al mismo tiempo que su hermana menor. La habilidad retórica es de Petrucho, quien debe valerse de ello para domar a Catalina, y así poder casarse con ella.

Por otra parte, Lucencio, pretendiente de la hija menor, de Blanca, imagina una suplantación de sí-mismo por su criado, Tranio, para evitar ser reconocido por un asesinato que acaba de cometer y también para poder presentarse como criado y educador de Blanca y así poderla conocer más de cerca. Para garantizarle una enorme doté al padre de Blanca, Lucencio le pide a un viajero maduro que suplante a su padre. Esto durará hasta que el verdadero padre de Lucencio llegue y devele que hay un falso padre de un hijo impostor.

En un tono más que irónico Lucencio le dice a Blondelo, otro de sus criados: ´´ acércate bribón. No estamos para bromas, así que compórtate según las circunstancias. Aquí, tu compañero Tranio, para poder salvarme, se ha vestido con mi ropa y ha tomado mi aspecto, y yo, para escapar, hago lo propio con lo suyo. Pues sólo llegar me metí en un buen lío. He matado a un hombre y temo ser reconocido. Sirve a Tranio como debes, te lo ordeno, mientras yo huyo para salvar la vida: ¿me has entendido?´´

El lord le miente a Sly. Lucencio le miente a Blanca. Petrucho a Catalina, no le miente del todo, sino que exagera las supuestas virtudes de ella. O bueno, Petrucho si le miente a Catalina pero no la engaña, pues ella sabe muy bien lo que él está haciendo: Petrucho, desde el primer momento (le) expresa cual es su objetivo y de lo que se valdrá para lograrlo. El Lord engaña al borracho por considerarlo inferior. Petrucho se siente superior en ´´bravía´´ frente a Catalina, pero no por ello la considera inferior.

En esta Obra dentro de la Obra, Shakespeare nos muestra que no siempre se necesita engañar, -o al menos que hay diferentes tipos de astucias, que sí, a veces podrían calificarse como engaños- para derrotar al Otro con las palabras. Eso si, para conseguirlo, Petrucho recurre a toda la fuerza de sus palabras y... de su cuerpo. Por ejemplo, Petrucho deja que Catalina adelante una huelga de hambre y la mantiene a la fuerza despierta y así es como la doma.

´´Catalina:
cuanto más me descalabra, mayor parece su desdén.
¿acaso se casó conmigo para matarme de hambre?
Los que piden caridad a la puerta de la casa de mi padre
La reciben enseguida; si no, les dan limosna en otra parte.
Pero yo nunca pensé que debería suplicar,
Ni nunca he tenido necesidad de hacerlo,
Y estoy muy hambrienta, y mareada por falta de sueño.
Con sus palabrotas no me deja dormir,
Sus blasfemias son mi único alimento.
Pero hay algo que me indigna más,
Y es que lo hace en nombre del amor perfecto,
Como diciéndome que si yo comiera o bebiera,
Enfermaría mortalmente, o moriría al punto.
Te lo ruego, tráeme algo de comer,
No importa qué mientras sea sustancioso´´.

Valiéndose de algunas astucias, Petrucho logra desconcertar desde el principio a Catalina. Si ella es indomable, él se mostrará aun más indomable. No es apelando a la bondad de Catalina como Petrucho logra casarse con ella. Es siendo inflexible como la domina. Escuchemos el diálogo inicial entre Catalina y Petrucho:

´´Petrucho: buenos dias, Cati, pues sé que así os llamáis
Catalina: algo habéis oído, aunque sois duro de oído.
Cuando hablan de mi, me llaman Catalina.
P: a fe que mentís, porque os llaman Cati a secas,
A veces Cati la esbelta y otras Cati la brava.
Pero cati, la más bella cati de la Cristiandad,
La cati de Villa Cati, Cati, la dulcisima,
Pues todas las gatitas Catis son mansas. Por tanto, Cati,
Mirad lo que os ofrezco, Cati de mi consuelo:
Oí cómo alababan vuestro sosiego en todas las ciudades,
Vuestras virtudes, cómo ponderaban vuestra belleza,
Aunque a abarcarla no alcanzaran.
Todo ello me ha movido a pediros como esposa´´.

Aun cuando en un inicio Catalina se muestra de hierro con Petrucho, él persistirá y sobre todo le mentirá a los otros, incluyendo a Bautista, el padre. Les dirá que ella ya lo ha aceptado.

´´ Petrucho: paciencia, caballeros. Yo la he escogido para mí.
Si estamos a gusto ella y yo, ¿qué os importa?
Hemos hecho un pacto estando a solas,
Y es que en público seguirá siendo grosera.
Os digo que es difícil de creer
Lo mucho que me quiere.
Es la más amable de las Catis.
Ha venido a mis brazos
Y con besos y promesas, en un abrir y cerrar de ojos,
Ha sucumbido a mi amor por completo.
¡ vaya novicios estáis hechos¡ es cosa de ver
cómo, estando a solas, un pobre timorato
puede domar a la fiera más tremenda.
Dadme la mano, Cati. Me voy a Venecia
A comprar lo necesario para el día de la boda.
Vos, suegro, proveed los invitados y el banquete.
No dudo que mi Catalina vestirá como debe´´.

Ahora bien, hemos dicho que Montaigne califica a la mentira como el peor de los vicios: ´´ en verdad, el mentir es un vicio maldito. Sólo somos hombres y sólo creemos los unos en los otros por la palabra. Si conociésemos el horror y el peso de la mentira, la perseguiríamos hasta la hoguera con más justicia que a otros crímenes... sólo la mentira y un poco por debajo de ella obstinación, parecenme ser aquellos cuyo nacimiento y progreso deberíamos combatir ( ¿obstinadamente?[13] ) encarecidamente. Crecen a pesar de ellos mismos. Y en cuanto se le da rienda suelta a la lengua, es asombroso cuan imposible resulta detenerla. Lo que hace que veamos a hombres por lo demás honestos, sometidos y esclavos de ella.[14]´´

Sin embargo, recordemos al mismo tiempo que lo que Montaigne llama ´´hacer que las cosas pequeñas pareciesen grandes y así las encontrasen los demás´´ y conmover los sentimientos´´ está en el corazón de la poesía. De hecho, Platón al condenar a los poetas en la República, lo hace por considerar que éstos abusan de las palabras. Estamos ante un problema mayor para el arte: ¿ cómo condenar la vanidad de las palabras, sin condenar la poesía ? bueno, de hecho, lo primero que se podría decir es que no se trata necesariamente de una elección dialéctica entre una y otra. Para ello, iremos tras los pasos, por ejemplo, de Nietzsche, y no olvidemos que el lenguaje no es algo neutral ni que se crea así mismo.

Montaigne se vale de la metáfora de la tempestad para señalar los peligros de la retórica, cuando nos dice que: ´´ (la retórica) es un instrumento inventado para manejar y agitar a una turba y a un pueblo desordenado, y es instrumento que no se emplea más que en los estados enfermos, como la medicina; en aquéllos donde el vulgo, donde los ignorantes, donde todos pudieron todo, como el de Atenas, el de Rodas, y el de Roma, y donde las cosas estuvieron en continua tempestad, allí afluyeron los oradores.[15]´´

Pero el orador supone un yo acentuado y fortificado que primero ha sido capaz de dominarse a sí mismo para luego dominar a los otros con el discurso. Sin embargo, dicho yo, una suerte de ´´querencia´´ para Montaigne, es lo que va a deconstruir y desalojar Nietzsche y sucesivos creadores. Quizá, como lo han mostrado poetas y escritores, el Yo no es algo absoluto ni completamente definido. Al haber una multiplicidad de Yos[16] hay también multiplicidad de actos y decisiones que no dependen solamente de la voluntad de un Yo. Citemos, por ejemplo, a Proust a propósito de lo que él llama ´´actos voluntarios e involuntarios´´.

Nuestro punto de partida era pues tomar la ira, como el resto de pasiones tristes, es decir, tratando de entenderla como vanidad de las palabras que produce cierto ´´alejamiento de sí´´, y para ello nos acercamos a Shakespeare.

Podría pensarse que incluso el amor sería cierto alejamiento de sí mismo, pero retomando a Spinoza, debería mejor apreciarse como potenciación de sí mismo en cuanto dicho amor sea una pasión feliz. En conclusión, se podría decir que ¿ los engaños deberían apreciarse según la intención ? Por ejemplo, en el caso del amor de Lucencio por Blanca, hay, en efecto, un engaño que justifica así el mismo Lucencio:
´´ es el amor que urde estos milagros.
Por amor a Blanca me disfracé de Tranio
Mientras él me suplantaba en la ciudad.
Y felizmente he llegado hasta el final,
Al puerto deseado de mi dicha.
Fui yo quien ordenó a Tranio que actuara así;
Conque, padre mio, perdonadlo en mi nombre.´´

¿ la búsqueda del amor justifica o valida o perdona un engaño ?
¿ el amor de un poeta justifica un engaño ?
¿ la poesía y/o el poeta son culpables por las palabras del poeta y de la poesía ?

Quizá debamos tomar en cuenta a Hume y agregar que las pasiones deben estudiarse por grados. De mi parte, preferiría quedarme con las palabras del criado de Lucencio, en la Obra dentro de la Obra, Tranio, quien había suplantado la identidad del propio Lucenio, por pedido del mismo Lucenio, hasta que el verdadero padre de Lucenio llega, y se da cuenta de que él también había sido suplantado por otro.

Decía que me quedaba con las palabras de Tranio: ´´
me alegra que estéis tan decidido
a sorber de la filosofía el dulce néctar;
con todo, buen amo, en la admiración
por dicha moral,virtud y disciplina
procuremos, os lo ruego, no ser ni estoicos ni estultos,
o tan devotos de los principios de Aristóteles
que debamos renunciar al buen Ovidio.
Ejercitad la lógica con los conocidos.
Practicad la retórica en la conversación.
Componed música y poesía para despejaros.
La matemática y la metafísica
Practicadlas a vuestro antojo.
No habrá provecho en lo que no encontréis deleite.
En fin, señor, estudiad lo que más os agrade´´.
[1] ´´podría llamársele casi un ´´prefilósofo´´, nombre que tendría además la ventaja de hacer comprender que de nada sirve tratar de reducirlo a filósofo´´, Benedetto Croce, ´´Shakespeare´´, ed Escuela, Buenos Aires, 1955, p 46.
[2] Merleau-Ponty, ´´lecture de Montaigne´´, p 323
[3] Obras completas de William Shakespeare, p 1521.
[4] Montaigne, Ensayos, p 73.
[5] Montaigne, Ensayos, p 138
[6] Merleau-Ponty, ´´lecture de Montaigne´´, p 329
[7] Montaigne, Ensayos, p 375.
[8] Montaigne, Ensayos, p 72.
[9] Merleau-Ponty, ´´lecture de Montaigne´´, p 336.
[10] Montaigne, Ensayos, p 142.
[11] Esta Obra ha sido estudiada en especial desde el ángulo amoroso, y sobre todo debe destacarse la aproximación de Harold Bloom a propósito de la seducción y la perversión.

[12] Obras completas de William Shakespeare, p 689
[13] Broma de xulsinsolar
[14] Montaigne, Ensayos, p 73.
[15] Montaigne, Ensayos, p 375.
[16] ver por ejemplo el artículo de Gustavo Chirolla: ´´ el paseo de Orlando. El cuerpo: una matriz de subjetivación y de des-subjetivación ´´, en ´´el cuerpo, fábrica del yo, ed Javeriana, 2005.

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

me gustó mucho leer este blog, aunq ya lo había escuchado en esa sesión de pasiones y virtudes, pero supongo q cuando lo leo a solas me entra más... jeje Espero q publiques más cosas! Saludos!!

7:52 PM  
Blogger XULSINSOLAR said...

desde los confines del arte...

2:36 PM  
Anonymous Anonymous said...

viendo una de las primeras entradas sobre el origen de las pasiones... que las pasiones no se vuelvan negacion del placer
evitar las pasiones tristes, muy acertado

11:38 AM  
Anonymous Anonymous said...

no, que farsa, esto ya murio

1:12 PM  

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